Hallan restos calcinados de una persona desaparecida

Huesos y algunas piezas de ropa de hombre fueron encontrados en un basurero del ejido Zapata en la sindicatura de San Blas, El Fuerte, Sinaloa, durante una exploración en el sitio por parte de varias personas quienes tienen familiares desaparecidos, la mayoría hijos y esposos.
El grupo Las Rastreadoras de El Fuerte de la activista Mirna Nereyda Medina acudieron desde las 11:30 horas de este domingo 3 de septiembre al lugar ubicado en las inmediaciones del ejido Zapata, a unos 100 metros de la carretera Mochis-San Blas, por un camino de terracería que es utilizado como basurero por los pobladores, pero además, como un sitio con antecedentes de tiradero de restos humanos.
El Fuerte, "pueblo mágico"
Un municipio "lleno de magia" por todos lados con todos los desaparecidos de los que no se encuentra ni rastro de la mayoría. El denominado Pueblo mágico de El Fuerte, Sinaloa, posee demasiada magia con todas las desapariciones forzadas registradas y no registradas, lo que ha obligado a que familiares de las víctimas se organicen en grupos de búsqueda para tratar de encontrar en fosas clandestinas los cuerpos o restos al menos, de aquellos que fueron levantados y no han sido vueltos a ver.

Exploración

Se inició la búsqueda de domingo desde las 09:00 de la mañana. En varios vehículos y sin seguridad salieron a explorar en un paraje enmontado donde se presume pudiera haber dos cuerpos enterrados según las informaciones que de manera anónima llegan al grupo. Sin embargo, tras no encontrar el punto en el primer sitio,  la exploración se realizó en un basurero donde apenas hace casi dos semanas fueran localizados restos de un joven que fuera levantado y asesinado.
Al llegar, los equipos se organizaron dispersándose entre el basurero y el monte. Irregularidades del terreno levantaban sospecha y los hombres y mujeres clavaban entonces en el suelo la varilla y la pala. La humedad por la evaporación de la lluvia de apenas unos días tras el remanente del huracán Lidia y el intenso rayo del sol comenzaban a sofocar los ánimos. Pero brindándose apoyo mutuo, se ayudaban unos a otros a continuar. De repente una prenda sobre la superficie del suelo humedecido y unos huesos, la mayoría casi hechos ceniza resaltaron tras el llamado: "Aquí hay algo"...

Encuentran algo
Alrededor del hallazgo se reunió el grupo con las herramientas que cada uno traía. Acalorados, emocionados, agitados, comenzaron a mostrar la aflicción y la esperanza de que se tratara de lo que habían ido a buscar y si. La experiencia de 95 cuerpos localizados antes de este y el sin fin de talleres de preparación para el reconocimiento de las piezas de un esqueleto le otorgó a la líder, Mirna, la confirmación de que eran huesos de una persona. Costillas, fémur, un pie dentro del único calcetín y otras piezas casi completamente calcinadas revueltas con un pantalón que había sido negro talla 34 y un boxer, era lo que formaba el montoncito.

Peligro
Un par de detonaciones a distancia se escucharon mientras se realizaba el hallazgo. Más disparos consecutivos alertaron a la gente. Con más fuerza y claridad se contabilizaron 7 disparos que obligaron a alejarse  al grupo del sitio por precaución y temor de un ataque o emboscada.  Sin embargo, luego de ya no escuchar mas detonaciones por espacio de unos interminables 10 minutos, se reanudó la actividad. "Solo venimos por nuestros tesoros", fue la frase tranquilizadora y el ritmo cardíaco comenzó a normalizarse pero en el fondo del monte la paranoia formaba grupos armados y sicarios que vigilaban, aunque, no dista mucho de ser una auténtica percepción de la realidad.

Identidad
Luego de revisar las prendas, una de las rastreadoras que acudieron este día declaró que eran muy similares a las que usaba su esposo, desaparecido desde el día 28 de noviembre del 2016, 'levantado' cuando salía de una reunión escolar de su hijo en la preparatoria del ejido Dos de Abril, en El Fuerte.

Camilo Robles Palacios de 49 años de edad, había trabajado como policía en Ahome y estaba retirado cuando fue desaparecido por gente desconocida que se lo llevaron a él con todo y su camioneta la cual no ha sido localizada hasta la fecha.
A punto de colapsar por todo lo que acontecía alrededor de este hallazgo, la mujer que buscaba a su pareja, como pudo encendió en el sitio una veladora ya que confiaba de que después de 9 meses de ausencia y dolor al fin lo habría localizado aparentemente, pues la ropa coincidía íntegramente con la que él traía el último día que fue visto con vida.
Aún con un cordón con ganchos amarrado en la parte baja del pantalón, la prenda oxidada por el tiempo transcurrido y, los huesos calcinados a punto de ser ceniza, cada una de las piezas fueron retirados más tarde por peronal de la Vice fiscalía del Estado de Sinaloa quienes llegaron en la camioneta rotulada de peritos y otras patrullas de la policía Ministerial y municipal.
En unos días se dará a conocer el resultado del cotejo del ADN de los restos óseos, con las muestras proporcionados por los familiares de desaparecidos.
"Es un momento muy doloroso porque pierdes toda esperanza de encontrarlo con vida pero al menos tienes algo; la mayoría no tiene nada, ni saben dónde buscarlos", comentó la activista Mirna Medina después de realizada una plegaria alrededor del lugar donde estaban depositados los huesos.